Se trata de un conjunto de alimentos y productos indispensables que aseguran la alimentación mínima de una persona durante un período determinado.
Para obtener la lista de estos alimentos y productos, el INEGI se encarga de analizar y recopilar los datos sobre los productos de mayor consumo entre la población, sus costos y la variación de precio en los diferentes Estados. En tanto, con base en esta información, el Banco de México se encarga de definir la lista.
Por su parte, la Profeco realiza monitoreos constantes de estos precios, garantizando el cumplimiento de las normativas relacionadas con la comercialización de estos productos esenciales.
Es importante destacar que no se refiere a los alimentos y bebidas que una persona debe consumir, es simplemente el reflejo de lo que la población consume mayormente en el transcurso de un mes. De tal forma que es la manera de ejemplificar los hábitos generales de un individuo o dentro de una familia.
Esta canasta alimentaria está compuesta aproximadamente por 47 productos para las zonas urbanas y 44 para las zonas rurales. Los alimentos que se encuentran como principales son: maíz, frijol, arroz, azúcar, aceite, leche, huevo, pan, tortilla, carne de pollo, carne de res, pescado, frutas y verduras.
Sin embargo, es crucial que las personas que viven tanto en zonas urbanas como rurales tengan acceso a estos alimentos a precios asequibles, pues influye considerablemente en asegurar una alimentación balanceada y adecuada.
Además de los alimentos, la canasta básica también incluye medios de transporte público, prendas de vestir y calzado, artículos de aseo, salud y cuidado personal, vivienda, enseres domésticos, servicios de educación, entre otros más.
Entre estos productos y servicios, podemos encontrar jabón de cuerpo, pasta de dientes, papel higiénico, medicamentos; traslados en autobús, metro y trolebús; agua, gas y energía eléctrica.
KJ
