Ruedan por las disidencias LGBT y para exigir alto al genocidio en Palestina

 

Con la bandera LGBTTTIQA+ y la de Palestina en la espalda, colectivos ciclistas protestaron para exigir un freno a los crímenes de odio en el Valle de Toluca.


Con la bandera LGBTTTIQA+ y la de Palestina en la espalda, colectivos ciclistas protestaron para exigir un freno a los crímenes de odio en el Valle de Toluca así como a sumarse a las voces que claman por un alto al fuego genocida israelita.

La Rodada Disidente, señalaron, es un movimiento antipatriarcal, antifascista y anticolonialista, toda vez que esas expresiones se sostienen “con la opresión de los más vulnerables y la violación de derechos humanos”.

“El objetivo principal es visibilizar nuestras identidades LGBTIQA+ y nuestras demandas históricas en el Valle de Toluca y en el Estado de México, en especial en el tema del reconocimiento de infancias Trans, además de visibilizar la violencia que la población de la diversidad sexual atraviesa”, señaló uno de los activistas.

Pero lo privado también debe ser político, por ello, se sostuvo, se aprovecha el foco público para posicionarse en contra del genocidio en Palestina, en donde son los niños los más afectados con la ocupa de Israel y la avanzada bélica.

“Estamos alzando la voz, decimos que hay una serie de violencias que atravesamos por diferentes sistemas de opresión como el patriarcal, el fascismo, el racismo y clasistas. Son sistemas autoritarios de poder que, cuando se cruzan, pueden llegar a ser bastante violentos y mortíferos, ya lo vemos en Palestina”.

Los ciclistas rodaron para expresar su descontento e incluso intervinieron la estatua del Parque Simón Bolívar con la frase “No hay orgullo si hay genocidio” y la bandera de Palestina realizada con pintura en aerosol.

Por las calles de Toluca, la protesta se elevó para que, con cada movimiento del pedal se trasmitiera un mensaje generalizado en contra de la violencia, cualquiera que sea su forma, aseguraron los colectivos, pues si una es tolerada, añadieron, todas entran y se llegan a extremos como la ola feminicida y los genocidios de los conflictos bélicos.

AGM